F.C.Barcelona:

Ronaldinho llegó al Barça en verano de 2003 llamado a liderar el nuevo proyecto que empezaba con Frank Rijkaard en el banquillo. El que fue el `10´ del Barça durante cinco temporadas empezó a maravillar muy pronto a la afición, gracias a su juego imaginativo y un talento que le hacía crear unas jugadas al alcance de muy pocos futbolistas. En su etapa del Barca marco cerca de los 100 goles en partidos oficiales (anotó 94). Marco dos grandes goles en el Bernabéu quedaron 0-3. Tambien gano galardones individuales de mayor prestigio internacional: El FIFA World Player (2004 y 2005) y el Balón de Oro (2005).

Deco: Deco fue uno de los refuerzos más importantes del Barça para la
temporada 2004-05, la segunda de Frank Rijkaard en el banquillo. El
mediocentro llegaba al Barça después de haberlo ganado casi todo con el
Oporto, con una Liga de Campeones incluida y como mejor jugador de esta
competición en 2004. Con su incorporación se quería reforzar la medular
después de la marcha de jugadores como Edgar Davids y Philip Cocu. El ‘20' azulgrana demostró ser un futbolista muy completo que
amalgamaba la lucha y el trabajo con una gran calidad técnica propia de
los futbolistas brasileños. Era capaz de hacer el último pase, de
generar juego y de buscar la portería contraria, pero también de hacer
faltas tácticas cuando era necesario.Al final de la temporada 2007-08, y después de cuatro temporadas y siete
títulos con el primer equipo azulgrana, Deco fue traspasado al Chelsea
FC.

Eto'o: Fichó por el Barça en agosto del 2004 procedente del Mallorca después de
un largo pulso con el Real Madrid, que poseía la mitad de sus derechos.
Pronto se demostró el gran acierto de su incorporación al convertirse
en la pesadilla de los porteros contrarios. Luchador hasta el límite,
fue un delantero nato, de los que llevan el gol a la sangre. Además, con 130 dianas en 199 partidos, ocupa también el tercer lugar a
la clasificación de mejores realizadores en partidos oficiales, detrás
de César y Kubala y empatado con Rivaldo. Fue máximo realizador en las
Ligas 2004/05 (con 25 goles y empatado con Forlán) y 2005/06 (con 26
goles).
Real Madrid:

Rául: Llegó al Real Madrid en la temporada 1992-93 procedente de las
desaparecidas categorías inferiores del Atlético de Madrid, donde ya
había mostrado un enorme potencial. Pasó por el Cadete y el Juvenil
hasta llegar en 1994 al Real Madrid. Allí, el delantero se terminó de
destapar con 13 goles en siete partidos que no pasaron desapercibidos
para el por entonces entrenador madridista, Jorge Valdano, que no dudó
en hacerle debutar con el primer equipo.El 29 de octubre de 1994, Raúl vivió su primer gran momento con la
camiseta del Real Madrid. El delantero formó parte del equipo titular
del primer equipo. Jorge Valdano le hizo debutar. Una semana después
disputó su primer derbi ante el Atlético de Madrid en el Santiago
Bernabéu, marcando ese mismo día su primer gol con un espectacular
zurdazo en el borde del área que entró por la escuadra y contribuyó a la
victoria del equipo madridista (4-2), que terminó proclamándose campeón
de Liga esa temporada.

Ronaldo: Ronaldo llegó al Real Madrid en 2002 de la mano de Florentino Pérez. El
carioca debutó de blanco el 6 de octubre del 2002, en un partido de Liga
ante el Alavés en el que los blancos ganaron 5-2 y Ronie marcó el
cuarto y último tanto merengue. En su primera temporada con la elástica
madridista, el brasileño firmó unos números de fábula. Sus 29 goles
fueron determinantes para que el Real Madrid conquistara la Liga y la
Copa Intercontinental (diciembre de 2002), ante el Olimpia de Asunción
paraguayo. Ronaldo abrió el marcador en el Yokohama Stadium al marcar a
pase de Roberto Carlos y volvió a brillar con su habilidad y velocidad
características. Ese año recibió de nuevo el Balón de Oro y el FIFA
World Player.

Zidane: Zidane se convirtió en el traspaso más caro del fútbol mundial. Pronto,
el 23 de agosto, llegó su primer título, la Supercopa de España
conquistada ante el Zaragoza. Zidane fue, poco a poco, conquistando el
corazón del Bernabéu. La final de Glasgow, ante el Bayer Leverkusen, el
15 de mayo (día de San Isidro, patrón de Madrid) de 2002, grabó a fuego
su nombre en el libro de oro del Real Madrid. Quizá no estuvo inmenso,
seguramente no capitalizó el juego, a lo mejor no fue el protagonista
absoluto de los 90 minutos. Le bastaron unos segundos, apenas dos o
tres, para convertirse en un nuevo mito del madridismo. Los que tardó en
enfocar en su cerebro privilegiado el "pase" de Roberto Carlos al pico
izquierdo del área alemana para, apoyado sólo sobre la punta del pie
derecho, como una bailarina, empalar con la zurda a la escuadra del arco
rival. Pocas veces un gesto técnico tan perfecto sirvió para definir un
título tan importante. Lógico: pocos futbolistas pueden hacer semejante
truco de magia sobre un campo de fútbol.
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